Mi experiencia en el Philip C. Jessup Moot Court Competition

Hace ya algunos meses que decidí presentarme para formar parte del equipo Jessup de la Universidad Autónoma de Madrid. No tenía todas conmigo, pero tras enviar el ensayo, rápidamente me llegó un correo confirmándome que iba a formar parte de una de las mejores experiencias que he vivido a lo largo de la carrera.

El Philip C. Jessup Moot Court Competition es una simulación de juicio ante la Corte Internacional de Justicia. En ella, dos equipos presentan dos oradores para defender cada una de las pretensiones de la parte demandante y demandada, respectivamente. En dicha competición se tratan cuestiones de relevancia y actualidad de Derecho Internacional Público. Este año, por ejemplo, el caso “The Sisters of the Sun” trataba temas como los acuíferos transnacionales, el Patrimonio de la Humanidad, los objetos culturales de los estados, y la posibilidad de pedir compensación por la acogida de refugiados.

No obstante, las Rondas Nacionales son sólo el final de un largo proceso que comenzó en septiembre, cuando el equipo tuvo que preparar los escritos de demanda y de contestación. Reconozco que al principio me sentí perdida, y aunque leía pilas de artículos y libros, me entró lo que comúnmente se denomina la fobia del folio en blanco. No obstante, con la ayuda de mis compañeros, algunos de los cuales ya estaban experimentados, empecé sin problema a escribir; aunque finalmente nuestro coach rehiciera prácticamente toda mi aportación, transformando el lenguaje en algo más del estilo “advocacy“. En este punto, me sentí muy mal, sentí que no estaba a la altura de mis compañeros, que no sumaba al equipo, sino todo lo contrario. Sentí que quizá no debía participar en las Rondas Orales porque eso de ser litigadora internacional “no era lo mío“.

Sin embargo, y una vez más gracias a mis compañeros, pude reconstruirme y ver las cosas desde otra perspectiva. Hoy quisiera agradecérselo tanto al equipo como al coach, pues he aprendido muchísimo de las críticas y eso me ha ayudado a mejorar cada día. De hecho, a partir de ese momento, tomé ejemplo de las correcciones e intenté realizar el resto del trabajo tal y como aparecía en ellas. Por eso, el resto del trabajo fue un mero trámite; y el resultado fue espectacular.

Una vez enviados los escritos, comenzamos con la preparación de las fases orales. Esta vez sin escapatoria me tocó ser oradora del Estado demandado junto con André del Solar. Al principio la idea me aterró, pero ahora estoy más que contenta y orgullosa de poder decir que me he enfrentado a Tribunales compuestos por expertos del Derecho y he defendido en una lengua extranjera a un Estado ficticio. Ha sido sin duda una de las experiencias más divertidas, y a la vez que más nervios me ha provocado (y alguna que otra lagrimilla). Mi compañero era excelente, y tomé su ejemplo para intentar acercarme lo máximo posible a su estilo de hacer el discurso.

En definitiva, han sido tres días tan intensos que han parecido una semana. Entre café y café hemos podido conocer a estudiantes de otras Universidades, donde me gustaría destacar a los equipos de UPF y ESADE: ¡sois lo más!, ojalá nos veamos pronto.

En efecto, hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí, y esta ha sido la recompensa:

  • Subcampeones de las Rondas Nacionales de España
  • Premio al Mejor Escrito de Demanda (Best Applicant Memorial)
  • Premio al Mejor Escrito de Contestación (Best Respondent Memorial)
  • Segundo Premio al Mejor Orador a André del Solar 

jessup-premios

No se puede estar más contenta, de verdad. Ha sido todo un honor para mí poder conoceros y trabajar con vosotros: Raúl Arribas, Jokin Beltrán de Lubiano, Miriam Ferradanes, Ana Olivares y André del Solar. Sé que el día de mañana seréis unos grandes profesionales, pero también que hoy sois unas grandes personas, y eso es lo que realmente cuenta. Me habéis hecho sentir cómoda de principio a fin, y esta experiencia sin vosotros no hubiera sido la misma. Todas mis felicitaciones.

Me metí en este proyecto porque me gusta el Derecho Internacional, pero salgo apasionada por el mundo del Moot Court. Es algo que recomiendo a todo el mundo, porque te hace crecer, aprender y desarrollarte tanto académica como profesionalmente. Gracias Pat por haberme insistido en que lo hiciera.

Y una vez más, y como siempre, darle las gracias al Prof. Carlos Espósito por haber apostado por mí de nuevo.

 

 

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